![]() Por Robert J. Tamasy Patrick Morley, autor del libro mayor venta: «El hombre frente al espejo», pionero en el movimiento de los hombres cristianos desde hace unas décadas, es un astuto observador de la humanidad. Recientemente publicó en su sitio de Internet una reflexión sobre «un hombre de negocios de enorme éxito y un filántropo icónico» en su ciudad: «Su nombre estaba constantemente en la prensa», escribió Morley. «Él era mucho más conocido de lo que tú y yo lo seremos, pero después de haber escuchado su nombre por última vez hace unos 10 años, hoy no logro recordarlo. Y hay muchos más ejemplos como ese». Entonces, Morley preguntó a sus lectores: «¿Quién recordará tu nombre 10 años después de que mueras? ¡Es una gran pregunta que te ayudará a poner en orden las prioridades en tu vida!». Morley tenía razón. La mayoría de las personas que hacen los titulares hoy en día, cuyos nombres se escuchan casi todos los días en los periódicos de negocios, noticias o medios de entretenimiento, caen en el olvido al cabo de una década, sustituidos por otros. Piense, por ejemplo, en los «éxitos musicales del momento». Grabaron una o dos canciones populares que mantuvieron a todo el mundo tarareando por un tiempo, luego aparentemente desaparecieron. Ocasionalmente podríamos escuchar sus canciones de nuevo en la radio, pero estaremos perdiendo el tiempo tratando de recordar quiénes eran los artistas. Lo mismo podría decirse de las «estrellas» solitarias en cualquier campo de trabajo, incluyendo el mundo empresarial y profesional. Así que la pregunta es válida: ¿Quién recordará su nombre 10 años después de su muerte —y si son recordados, ¿por qué? En el libro de Proverbios de la Biblia, encontramos una serie de referencias que nos motivan a reflexionar, subrayando que tan fugaz puede ser la fama. También podemos aprender cómo establecer un nombre que será recordado —y por buenas razones: Un buen nombre no tiene precio. Una reputación sólida puede ser destruida en un momento de mal juicio, pero un legado duradero recordado con cariño requiere una vida entera para establecerse. «Elige una buena reputación sobre las muchas riquezas; ser tenido en gran estima es mejor que la plata o el oro» (Proverbios 22:1 NTV). Ser alguien que la gente quiera recordar, no que estén deseosos de olvidar. Hay buenos líderes y malos líderes; no es probable que los malos sean recordados por mucho tiempo. «Tenemos buenos recuerdos de los justos, pero el nombre del perverso se pudre» (Proverbios 10:7 NTV). «No te inquietes por causa de los que hacen el mal, ni envidies a los perversos. Pues la gente mala no tiene futuro; la luz de los perversos se apagará» (Proverbios 24:19-20 NTV). Concéntrese en lo que va a durar, no en cosas que se pueden perder o decaer rápidamente con el tiempo. Las cosas temporales, aquellas que no pueden ser guardadas para siempre o que disminuyen en valor en el tiempo, son actividades vanas. Por eso Jesús instruyó a Sus seguidores a enfocarse en lo eterno, más que en lo temporal: «No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar. Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón» (Mateo 6:19-21 NTV). © 2017. Robert J. Tamasy es vicepresidente de comunicaciones para el Legado de los Líderes, Inc., una corporación de no lucrativa en Atlanta, Georgia, E.E.U.U. Bob ha escrito en su máxima expresión: La sabiduría intemporal de Proverbios para el lugar de trabajo de hoy; Los legados; y coautor con David A. Stoddard, El corazón de mentor. Haz clic aquí para editar.
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Febrero 2019
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