![]() Por Rick Boxx Una de las herramientas más subestimadas de las empresas exitosas es la base de valores sobre la cual han sido construidas. Si el objetivo de una empresa es tan sólo obtener grandes ganancias, cerrar muchas ventas o simplemente brindar grandes cantidades de productos o servicios, es posible que tengan problemas tratando de justificar los medios. Por ejemplo, si el objetivo es cerrar ventas, uno podría verse tentado a hacer las promesas que sean necesarias para lograrlo, incluso si las promesas no pueden cumplirse. O si el enfoque es maximizar las utilidades, podría ser fácil justificar la reducción de costos, incluso si eso significa comprometer la calidad del producto o de los servicios proporcionados. Sin embargo, cuando una empresa comienza con un marco bien definido y considerando los valores para guiar y manejar sus operaciones, las posibilidades de supervivencia y éxito se incrementan dramáticamente. Estos valores definen esencialmente «lo que hacemos», «por qué lo hacemos» y «cómo lo hacemos». Muchos directores empresariales seguidores de Jesucristo comparten el deseo de influir en su organización con principios Bíblicos —que los entienden como Palabra de Dios— al tiempo que son sensibles con aquellos miembros del equipo que no abrazan la misma fe. Una de las mejores maneras de formar una cultura empresarial efectiva y no ofensiva es centrarse en los valores, en los principios de conducta y en las prácticas que se pida abrazar a todos en la organización. Por ejemplo, un valor con una alta prioridad es el servicio al cliente y es uno de los pocos que no tienen discusión; ni siquiera tendríamos que explicar que este valor está basado en que «Traten a los demás como les gustaría que ellos los trataran a ustedes» (Lucas 6:31). Podemos aceptar el valor de hacer nuestro mejor esfuerzo en todo momento, sin tener que insistir a nuestro personal que «Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente» (Colosenses 3:23). Dado que muchos de los valores que comúnmente respaldamos vienen directamente de la Biblia, la formulación de nuestras creencias básicas puede servir como una forma para comunicar los estándares y valores de Dios. El desarrollo de estos valores fundamentales y el instaurarlos con su equipo, puede darle la oportunidad de guiarlos en el camino de hacer negocios a la manera de Dios. Como expresó el salmista en el Salmos 119:130: «La enseñanza de tu palabra da luz, de modo que hasta los simples pueden entender.». Para lograr el éxito —y mantenerse en el— es importante que cada miembro clave del equipo sea capaz de entender y explicar lo que representa la organización. ¿Cuáles son los valores y principios básicos que sirven como guía en los negocios de cada día? Si desea moldear la cultura de su organización a la manera de Dios, trate de determinar y articular sus valores fundamentales. A continuación, muéstrelos y comuníquelos de manera consistente a su equipo. Como escribió el apóstol Pablo: «Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced…» (Filipenses 4:9). (Derechos de propiedad literaria 2017, Centro de Recurso de Integridad, Inc.) Adaptado con permiso de "Momentos de Integridad con Rick Boxx," comentarios de los problemas de integridad en el trabajo desde una perspectiva cristiana. Para obtener más información sobre Integrity Resource Center o para inscribirse en los momentos diarios de Integrity de Rick, visite www.integrityresource.org. Su nuevo libro, Unconventional Business, ofrece "Cinco claves para hacer crecer el negocio de Dios".
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