Por Rick Boxx¿Ha pensado en lo mucho que confiamos en que el tanque de gasolina nos diga cuántos galones o litros (fuera de los Estados Unidos) de combustible recibimos? También, confiamos en que la bomba este calculando correctamente el precio. Cuando joven escuché historias sobre las estaciones de gasolina que manipulan las bombas para tener beneficios personales. Como resultado, hubo que regular tanto a la industria del petróleo como a los minoristas para proteger a los consumidores.
Si queremos comprar un coche usado, dependemos de la honestidad del vendedor al informarnos del vehículo - la forma en que ha sido conducido y mantenido, los problemas que pudiera tener, la economía de combustible que podemos esperar, y otras cosas. Cuando vamos a un taller de reparaciones, a menos que tengamos conocimientos de mecánica, nos encontramos a merced de la gente que trabaja allí. Diagnostican los problemas, nos dicen lo que se necesitará para corregirlos y lo que costará. Tenemos que confiar en ellos. Pero los negocios relacionados con los vehículos de motor no son los únicos que ponen a prueba nuestro nivel de confianza. Ciertos tipos de negocios se prestan más a la tentación que otros debido a la posibilidad de tergiversar la calidad y cantidad del producto. Debido a la necesidad de confiar en que los pesos y medidas empleadas por el proveedor sean exactos, los clientes suelen estar en desventaja. Como consumidores nos enfrentamos a un reto considerable - en quien podemos confiar, y cómo podemos tener la certeza de que podemos confiar en ellos. Sin embargo, también es un reto para las empresas, sus propietarios y empleados. ¿Van a ceder a la tentación de ofrecer menos de lo esperado, o cobrar un precio más alto del justificado? En realidad, las ganancias a corto plazo pueden llevar fácilmente a pérdidas a largo plazo. Si se destruye la confianza de los consumidores y clientes, la empresa que cae en esta "repetición de negocios" puede llegar a desaparecer. En el Antiguo Testamento, Levítico 19:35 nos enseña: "No cometan injusticias falseando las medidas de longitud, de peso y de capacidad." Una razón de esta enseñanza es esto es lo correcto, ético y moral para hacerlo. También, una vez que se conoce que una persona o empresa tiene prácticas deshonestas, pronto se corre la voz. He sabido de varios casos en los que sin saberlo un negocio le cobró un cliente, sólo para después descubrir el error de que la factura ya había sido pagada. El error podría haber sido ignorado, y el cliente podría nunca haber sabido. Pero, como un ejecutivo de negocios dijo: "Me gustaría saberlo - y Dios lo sabe." La confianza es fundamental en los negocios. Lamentablemente, una sola indiscreción puede acabar con la confianza de sus clientes y destruir su negocio. La Biblia habla repetidamente acerca de los frutos de la honestidad y la integridad, y las consecuencias de la falta de honradez y el engaño: El engaño será revelado. Cuando uno no es franco y honesto con un consumidor o un cliente, se está descubriendo el mayor temor. "Quien se conduce con integridad, anda seguro; quien anda en malos pasos será" (Proverbios 10:09). La deshonestidad destruirá. La integridad da seguridad, mientras que las acciones deshonestas y poco éticas suponen un peligro constante. "A los justos los guía su integridad; a los falsos los destruye su hipocresía" (Proverbios 11:03). Maná del Lunes ® es una reflexión semanal de CBMC/CPEC – Conectando los "Negocios" del mercado y de Cristo, organismo internacional, sin fines de lucro y vínculos religiosos, fundado en 1930 con el propósito de compartir el Evangelio de Jesucristo con la comunidad profesional y empresarial. © 2013 - DERECHOS RESERVADOS. Los comentarios están cerrados.
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Febrero 2019
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